Los Angeles,
25
May
2023
|
06:05 AM
America/Los_Angeles

Ser Una Bendición: El Rabino de Cedars-Sinai Dona un Riñón

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Ser Una Bendición | Rabino Weiner Dona un Riñón

El Rabino Jason Weiner, PhD, Viajó a Toronto para Ayudar a un Extraño que Necesitaba una Cirugía de Trasplante de Órgano para Salvarle la Vida

Como director del Departamento de Atención Espiritual y rabino principal de Cedars-Sinai, el rabino Jason Weiner, PhD, siempre ha tenido un lugar especial en su corazón para los donantes de órganos y sus familias.

“Siempre ha sido importante, al enterarme de que alguien en el hospital ha donado un órgano a otra persona, ir a visitarlo para apoyarle y elogiarle”, dijo Weiner. “Siempre he pensado que es algo hermoso. Siempre me ha impresionado este acto”.

Pero todo cambió para Weiner el mes pasado, cuando pasó de elogiar a esos donantes desinteresados a convertirse en uno mismo: viajó hasta Toronto para donar un riñón a un completo extraño.

El primer paso

Weiner se había inscrito inicialmente para convertirse en donante potencial en un evento de concientización para un amigo que necesitaba un riñón. El evento fue organizado por una organización llamada Renewal, que se especializa en conectar pacientes renales con donantes. A los asistentes que aceptaron se les hizo una prueba para ver si su riñón podría ser compatible con alguien que lo necesitara.

"Pensé: 'Valoro tanto este programa, creo en él, y creo que es algo tan bueno, ¿por qué no pongo mi riñón donde está mi boca, por así decirlo?'", comentó Weiner.

Weiner no era compatible con su amigo (quien finalmente encontró un donante y recibió un trasplante) casi se había olvidado de la prueba. Fue entonces cuando recibió la llamada que cambiaría su vida, y otra vida. Era compatible, no para su amigo, sino para una mujer de Toronto. Y no cualquier coincidencia: una coincidencia de 1 en 1,000.

“Ella tenía anticuerpos y un tipo HLA muy raros, simplemente no pudieron encontrar a nadie, era probable que sufriera unos años más y muriera sin encontrar un donante”, dijo Weiner.

La ilusionada ganadora era Bonnie Lilien, una maestra jubilada y abuela que había estado en diálisis durante más de tres años.

Consultando a los expertos

Weiner dijo que la decisión de someterse a una operación tan seria no fue fácil. Así que buscó el consejo de sus colegas en Cedars-Sinai, incluida la Dra. Irene Kim, directora del Centro Integral de Trasplantes.

Pero Kim fue honesta acerca de los riesgos.

“Compartí con él exactamente el mismo mensaje que comparto con mis propios pacientes”, comentó Kim. “Y es que existen riesgos muy serios relacionados con la donación en vida. Es un procedimiento quirúrgico mayor al que se está sometiendo, se debe estar consciente, conocer y comprender esos riesgos”.

Weiner también habló con el Dr. Zab Mosenifar, profesor y vicepresidente ejecutivo del Departamento de Medicina. Conocido por correr todos los días de su vida adulta y por completar más de 100 maratones, Mosenifar ha sido una inspiración para la salud y el bienestar de Weiner, quien recientemente comenzó a correr maratones.

“Él dijo: ‘Aún podrás correr maratones sin problemas. Lo harás genial'”, dijo Weiner. “Eso fue tranquilizador”.

Finalmente, Weiner se reunió con Stuart Finder, PhD, director del Centro de Ética de la Atención Médica de Cedars-Sinai.

“Me ayudó a hacer buenas preguntas, a repensar mis suposiciones”, comentó Weiner. “Me ayudó a asegurarme de que realmente era algo que funcionaría para mí, y fue de gran ayuda en el proceso”.

Al final, esas conversaciones, además de hablar con sus propios médicos, familiares, amigos, líderes espirituales y otros donantes de riñón, persuadieron a Weiner de que estaba sano y lo suficientemente bien como para donar. Con sus bendiciones y el apoyo de su supervisor, Jonathan Schreiber, vicepresidente de Community Engagement, envió noticias a su equipo de atención: estaba dentro.

Cuando Lilien recibió esa noticia, se llenó de alegría.

"Era demasiado bueno para ser verdad", dijo. “Era como si hubiera estado soñando y rezando por esto, y finalmente, mis deseos se hicieron realidad”.

Preparando Cuerpo y Mente

Las semanas previas a la cirugía estuvieron llenas de pruebas y evaluaciones para asegurarse de que Weiner estuviera en condiciones de donar.

“Fue muy emotivo”, dijo Weiner. “Me encontré llorando mucho, lo que normalmente no hago. No eran lágrimas tristes, como si estuviera abrumado por las emociones de todo el asunto, simplemente salvando una vida y haciendo algo que nunca pensé que haría, pero que creo que es algo maravilloso. A veces miedo, y también algo de emoción, y solo un deseo de hacer esto con alegría. [Hubo] mucha oración, mucha anticipación. Es una de las cosas más grandes que he hecho en mi vida”.

Renovación y Recuperación

A principios de febrero, Weiner voló con su esposa a Toronto para el gran día. Tanto la cirugía de explante de Weiner como la cirugía de trasplante de Lilien transcurrieron sin problemas.

“Un poco de dolor pero un maravilloso beneficio”, afirmó Lilien. “Y esa es mi actitud. Todo vale la pena."

Unos días después de los procedimientos, Weiner pudo caminar por el pasillo y conocer a Lilien y a su familia por primera vez.

“Fue hermoso verla porque tiene nietos pequeños y me dijo que no creía que pudiera ver crecer a sus nietos”, dijo Weiner. “Ella es alguien muy querida en su comunidad. Era maestra de secundaria. Así que es agradable ver que era una persona tan amable y generosa y realmente lo apreciaba. Así que realmente me sentí bien”.

Transmitiéndolo

La cirugía le ha dado a Lilien la oportunidad de vivir la vida al máximo. Ella planea viajar, particularmente en un crucero, y pasar más tiempo con su esposo, hijos, nietos y amigos, a quienes reconoce como un gran apoyo durante su proceso de trasplante.

“Y también, puedo comer cualquier cosa”, dijo Lilien. “En realidad, cuando estaba en el hospital, me daban de comer esta sopa salada y verduras que, como paciente renal, no me permitían comer. Llamé a mi médico y le dije: '¿Por qué me dan esto? No puedo comer sal’, y mi médico dijo: ‘Ya no eres una paciente renal’. Eso fue liberador. Totalmente, totalmente liberador”.

Para Weiner, no se trata de los elogios que ha recibido. Dijo que sentía que donar su riñón era un acto de bondad privado, mejor hacerlo en silencio. Pero también sintió la importancia de correr la voz acerca de la donación de riñones y estar a la altura de la misión de Cedars-Sinai: ser una bendición.

“Este acto requiere que las personas elijan hacerlo, necesitan modelos a seguir”, comentó. “Si no hubiera conocido a personas que lo han hecho, y no hubiera platicado con ellos tal vez no me hubiera impresionado y motivado por ellos lo bien que les fue, ciertamente no lo hubiera hecho. Así que pensé que tal vez tenía la oportunidad de motivar a otros, sin presionar, obviamente, pero tal vez también p