¿Cáncer de Mama a los 30?

Amanda Butler e Isabella Bugatti, ambas recién entrando a sus 30 años, sorprendidas por un diagnóstico que va en aumento entre las mujeres de su edad: el cáncer de mama.

No son las únicas sorprendidas. Un estudio reciente publicado en la revista revisada por pares JAMA Network Open, encontró que aunque la mayoría del cáncer en los EE. UU. ocurre en personas de 65 años o más, el cáncer (especialmente el de mama, el endocrino y el gastrointestinal) está aumentando en pacientes más jóvenes. El estudio también encontró que entre 2010 y 2019, las tasas de cáncer de mama aumentaron significativamente en mujeres menores de 40 años.

"Hemos tenido una oleada de pacientes jóvenes, entre ellas Amanda e Isabella", comenta la Dra. Yuan Yuan, MD, PhD, directora de Oncología Médica Mamaria de Cedars-Sinai Cancer, quien está atiende a ambas mujeres. "Afortunadamente, incluso en las formas agresivas que tienen estas mujeres jóvenes, el cáncer de mama es una enfermedad tratable y, a menudo, curable".

Butler, una entrenadora física de West Hollywood, tenía 32 años cuando sintió un bulto en su seno derecho hace aproximadamente un año. Le diagnosticaron cáncer de mama triple positivo, una forma alimentada por las hormonas estrógeno y progesterona, y una proteína llamada HER2. También dio positivo por una mutación genética BRCA2.

"Nadie en mi familia había tenido cáncer de mama", dijo Butler. “El diagnóstico fue un shock para mí porque era la persona más sana que conocía. Me preocupo mucho por mi salud. Trabajo en fitness y bienestar”.

Bugatti, nacida en Cedars-Sinai y criada en Los Ángeles, ha trabajado en política, en todo el país y, más recientemente, en Washington, D.C. En mayo, la mujer de 30 años estaba en su departamento de Washington charlando con un amigo cuando se recostó, se cruzó de brazos y sintió un bulto en el seno izquierdo.

Su médico la remitió para una mamografía y una ecografía. Le diagnosticaron cáncer de mama bilateral triple negativo y regresó a Los Ángeles para recibir tratamiento. Este diagnóstico le ha enseñado a Bugatti la importancia de abogar por su propia salud. Aunque este tipo de cáncer agresivo y de rápida propagación es más común en mujeres jóvenes, todavía representa solo entre el 10% y el 20% de todos los cánceres de mama. Y debido a que carece de receptores de estrógeno, progesterona y la proteína HER2, puede ser complicado de tratar.

A pesar de algunos antecedentes familiares, Bugatti no sabía que tenía una mutación en el gen BRCA1.

"El cáncer de mama ni siquiera estaba en mi radar", dijo Bugatti. “Mi abuela materna tenía cáncer de mama, pero mi madre se hizo pruebas genéticas hace un par de años y dio negativo para las mutaciones BRCA, así que pensamos que no era posible que yo diera positivo. Fue un shock total, total. Nunca pensé que podría heredar este gen del lado de mi padre”.

Heredar una mutación BRCA1 o BRCA2 conlleva un riesgo de por vida del 45% al 85% de desarrollar cáncer de mama, y la mutación también aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de ovario y varios otros tipos de cáncer. Yuan instó a las mujeres a buscar pruebas genéticas si tienen un pariente de primer grado (madre, padre, hermano, hermana o hijo) con un diagnóstico de cáncer de mama o una mutación BRCA1 o BRCA2.

"Más allá de eso, las mujeres jóvenes son la mejor vía hacia el diagnóstico temprano", dijo Yuan. “Las mamografías funcionan bien en mujeres de 40 años en adelante, pero el tejido mamario denso de las mujeres más jóvenes puede ocultar tumores pequeños. Las mujeres jóvenes que sientan un bulto en los senos deben buscar atención médica y una mamografía de diagnóstico de inmediato, con una ecografía de seguimiento si la mamografía no es concluyente”.

Después de la quimioterapia para ayudar a reducir su tumor, Butler se sometió a una doble mastectomía y radioterapia en mayo. Continuará con quimioterapia en dosis bajas para atacar las células cancerosas residuales hasta marzo. También está inscrita en un ensayo clínico de una terapia combinada para ayudar a prevenir la recurrencia del cáncer.

Butler también fundó un grupo de apoyo contra el cáncer y publicó un libro electrónico sobre qué esperar al someterse a quimioterapia. Poco a poco está retomando su trabajo en fitness y le da crédito al cáncer por ayudarla a enfrentar algunos miedos profundamente arraigados.

"Debido a mi diagnóstico, he enfrentado lo peor y he visto lo peor, y he lidiado con todas las cosas que me preocupaban”, afirmó.

Bugatti está terminando un ciclo de inmunoterapia más quimioterapia (un importante avance reciente en el tratamiento del cáncer de mama triple negativo) y luego tendrá un breve descanso antes de su doble mastectomía. Mientras todavía estaba de licencia en el trabajo, dijo que se sentía lo suficientemente bien como para realizar caminatas y probar algunos pasatiempos nuevos.

"Me encuentro en una situación mental mucho mejor ahora que cuando me diagnosticaron por primera vez. Reunirme con mi increíble equipo de oncología en Cedars y elaborar un plan de tratamiento me ayudó a ver que una vida después del cáncer era posible”, dijo Bugatti. "Mis tumores ahora son indetectables en una ecografía y realmente estoy concentrada en asegurarme de mantenerme saludable y en hacer las cosas que me hacen feliz".

En un importante esfuerzo para ayudar a llevar atención médica a las personas sin hogar, Cedars-Sinai ha donado una unidad médica móvil a Venice Family Clinic.

Cedars-Sinai también donará $1 millón al centro de salud comunitario sin fines de lucro para ayudar a financiar el programa de atención médica móvil. Los profesionales de la salud que integran la unidad móvil se concentran en brindar atención en el área que rodea al Cedars-Sinai Marina del Rey Hospital además de los vecindarios del sur y oeste de Los Ángeles.

“Esta es una de las formas en que en Cedars-Sinai estamos ayudando a abordar la crisis de personas sin hogar en Los Ángeles”, dijo Jonathan Schreiber, vicepresidente de Participación Comunitaria de Cedars-Sinai. “Todo el mundo merece atención sanitaria de calidad. Esa es una de las razones por las que trabajamos con socios como Venice Family Clinic en la comunidad. Son capaces de atender de manera única a las personas sin hogar. Significa que podemos ayudar a conectar a las personas, no solo con la atención médica primaria y permanente, no solo con la atención médica conductual y la atención dental, sino también con el sistema de entrada coordinado, que es la vía de acceso a los servicios para personas sin hogar aquí en Los Ángeles”.

“El generoso apoyo de Cedar-Sinai al programa Street Medicine de Venice Family Clinic ampliará nuestra capacidad de ofrecer atención médica de alta calidad a las personas sin hogar”, dijo Mitesh Popat, MD, director ejecutivo de Venice Family Clinic. “Venice Family Clinic fue el primer centro de salud comunitario en el condado de Los Ángeles que envió proveedores de atención médica a las calles para brindar atención a nuestros vecinos desprotegidos, y continúa liderando el grupo al capacitar a residentes médicos, estudiantes y otros proveedores de atención médica a través de nuestro plan de estudios de Medicina Callejera. y brindar experiencia práctica en el campo, para lo cual esta nueva unidad móvil brinda oportunidades adicionales”.

La asistente médica de Venice Family Clinic, Carrie Kowalski, sabe cómo ayudar a las personas que se encuentran sin vivienda.

“Lo crucial es ganarse su confianza y hacerles saber realmente que estás de su lado”, dijo Kowalski. “Los pacientes necesitan saber que usted cree en ellos como seres humanos y que cree en su salud y bienestar. Esa es la clave para lograr que acepten la atención y regresen”.

En la clínica móvil, Kowalski y otros trabajadores de la salud tratan a pacientes por una amplia gama de problemas, desde infecciones en los pies y vacunas contra la gripe hasta presión arterial alta y problemas de salud mental.

Con la nueva unidad móvil de Cedars-Sinai, Venice Family Clinic ahora tienen tres unidades móviles, permitiendo los trabajadores de la clínica atender a más pacientes en Los Ángeles. Si bien Venice Family Clinic tiene hasta nueve equipos de “medicina callejera” que trabajan con personas sin hogar, las unidades móviles permiten a los profesionales de la salud tratar a los pacientes, especialmente aquellos que necesitan atención profunda, en un entorno privado y seguro.

“Cuando veo la camioneta recién envuelta con el logotipo de Venice Family Clinic y el de Cedars-Sinai juntos, personifica la asociación que tenemos para apoyar a la comunidad”, dijo Erin Jackson-Ward, directora de Community Giving en Cedars-Sinai. “Mejorar el acceso a la atención para los más desfavorecidos es una piedra angular del esfuerzo de beneficio comunitario de Cedars-Sinai y es lo que Venice Family Clinic vive y respira todos los días”.

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