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¿Qué deben saber los latinos sobre el cáncer de colon?

El cáncer colorrectal es el segundo cáncer más frecuente en la comunidad latina, y recientemente afectó a aproximadamente 16,500 personas en 2021 y causaron la muerte de 4,700, según el cálculo (PDF) de la Sociedad Americana del Cáncer (ACS). Solo los cánceres de pulmón y próstata son responsables de más muertes.

Aunque más personas viven con la enfermedad, los riesgos continúan para la comunidad latina, que afronta una gran cantidad de barreras para acceder a la atención médica en los EE. UU., incluyendo las competencias lingüísticas y culturales, los ingresos y la falta de seguro médico. Estos obstáculos dificultan la aplicación de estrategias preventivas contra el cáncer para todos, dice Jane Figueiredo, PhD, directora de Investigación médica en la comunidad y la población en Cedars-Sinai Samuel Oschin Comprehensive Cancer Institute.

Los latinos son los menos propensos a hacerse la prueba de cáncer colorrectal, menos de la mitad (49 %) de los adultos hispanos elegibles, comparado con el 58 % de sus contrapartes blancos no hispanos, según muestran las cifras de ACS. Como resultado, los tumores se detectan más tarde, con solo un 33 % diagnosticado en fase local.


"En muchos sentidos, su código postal es más importante que su ADN."


"Hemos tenido grandes retrocesos con el cáncer debido a la pandemia de COVID-19, por lo que ese número es particularmente preocupante porque ya era bajo", dice la Dr. Figueiredo, quien dirige el estudio más grande en EE. UU. Sobre la prevención y el tratamiento del cáncer colorrectal entre los latinos.

Las pruebas de detección son fundamentales

Debido a que el cáncer de colon generalmente crece lentamente, entre 10 y 15 años, la detección precoz salva vidas.

El Equipo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. (USPSTF) recomienda evaluaciones colorrectales regulares a partir de los 45 años, adelantada en 2020 respecto a la norma anterior de 50 años. El objetivo es detectar la cuarta causa de muerte por cáncer con el suficiente tiempo para mejorar la supervivencia.

Cuando el cáncer aún está confinado en el colon o en el recto, la mayoría (90 %) de los pacientes hispanos sobreviven a este cáncer. La supervivencia a los cinco años baja al 71 % en la propagación cercana y al 15 % para fases avanzadas. En general, el 64 % de los latinos viven cinco años más después del diagnóstico.

Las pruebas deben continuar hasta los 75 años, luego el médico volverá a evaluar la necesidad (según su historia médica) durante la próxima década.



Conozca las opciones de pruebas

Las pruebas basadas en heces, como inmunoquímica fecal (FIT) y FIT-ADN, detectan sangre, ADN y células inusuales en las muestras caseras de heces y deben hacerse anualmente. Los resultados anormales necesitan pruebas médicas más invasivas.

Los médicos buscan y quitan los tumores y pólipos precancerosos usando:

  • Sigmoidoscopia flexible (inserción de un tubo y una cámara finos para ver el recto y el tercio inferior del colon)
  • Colonoscopia (en todo el recto y el colon) 
  • Colonoscopia virtual (o CT) usando rayos X y escaneos CT

Las autoridades sanitarias sugieren una colonoscopia completa cada 10 años u otra prueba cada cinco años.

ACS señala que los adultos hispanos se hacen menos colonoscopias que otras etnias, pero usan pruebas de heces con más frecuencia. En las comunidades con barreras para la atención médica, las pruebas fecales suelen ser más fáciles, dice la Dr. Figueiredo, porque son menos costosas y no necesitan anestesia ni tiempo libre en el trabajo.

"Cualquier tipo de prueba médica es la prueba correcta", "con lo que se sienta cómodo", dice la Dr. Figueiredo.

Si tiene seguro, las colonoscopias preventivas están cubiertas y son gratis, según la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio.



Los latinos son más propensos a desarrollar cáncer colorrectal más jóvenes

En general, el cáncer de colon se está diagnosticando en personas jóvenes en los últimos años. Cada vez se diagnostica a más personas antes de los 50 años.

Los latinos son los más afectados por ese cambio, con diagnósticos en personas más jóvenes en etapas más avanzadas. Un estudio de la Asociación americana para la investigación del cáncer (American Association for Cancer Research) encontró que los latinos entre 20 y 29 años tuvieron uno de los mayores aumentos en etapa distante y cáncer colorrectal de aparición temprana.

"Es alarmante", dice la Dr. Figueiredo, "porque no se hacen pruebas para el cáncer colorrectal hasta mucho más tarde".

Eso puede acortar vidas, dañar la calidad de vida, la fertilidad y la economía.

"Estos son algunos de los períodos más productivos en la vida de las personas, donde quizá tengan o quieran tener hijos y desarrollar sus carreras", dice.



Los riesgos son genéticos, conductuales y ambientales

Los investigadores están estudiando la aparición más temprana y los factores de varios niveles de riesgo que hacen que la comunidad latina sea vulnerable al cáncer colorrectal.

Los factores de mayor riesgo incluyen:

  • Historia de pólipos colorrectales o cáncer de colon, recto u ovario
  • Condiciones intestinales inflamatorias (como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn)
  • Obesidad o diabetes tipo 2, ambas más prevalentes entre los latinos 
  • Hombres mayores de 50 años 
  • Tener un familiar cercano que tuvo pólipos o cáncer colorrectal
  • Condiciones hereditarias como la poliposis adenomatosa familiar o el síndrome de Lynch

Hable con su médico sobre las pruebas genéticas para el síndrome de Lynch y la detección precoz si tiene historia familiar.

La Dr. Figueiredo dice que su investigación pretende definir el panorama genético de los cánceres en los latinos, que son racialmente diversos después de 500 años de mezclar la ascendencia europea, afroamericana e indígena americana.

"Los estudios de cáncer colorrectal están basados en gran medida en poblaciones blancas no hispanas, y no entendemos detalladamente los patrones genéticos de los tumores en las diversas poblaciones", dice.

Algunos riesgos, como la inactividad y el tabaquismo, los impulsa, y pueden manejarse con, cambios en el estilo de vida. La Dr. Figueiredo recomienda agregar frutas y vegetales y limitar el consumo de alcohol y carnes rojas y procesadas. La vitamina D y el calcio también pueden ser preventivos.

Otros son estructurales, como más estrés, racismo, la falta inversión en los barrios y la falta de parques para hacer ejercicio en muchas comunidades latinas.

"En muchos sentidos, su código postal es más importante que su ADN", dice ella.



No ignore el sangrado inusual

Esté atento al sangrado rectal (especialmente a la sangre de color rojo brillante u oscuro en las heces), es el síntoma más frecuente del cáncer de recto. Los cambios en las deposiciones (diarrea o estreñimiento) y el dolor abdominal o calambres que duran más que unos pocos días, también son señales de advertencia, la fatiga intensa y la pérdida de peso inexplicable.

Puede ser tentador pensar que los síntomas se resolverán solos o que pueden explicarse por condiciones frecuentes menos graves, como hemorroides, que también causan sangrado rectal.

Es importante ver a su proveedor de atención primaria para estar seguro, incluso si es joven.

“Tome en serio los síntomas siempre”, advierte la Dr. Figueiredo.

Muchos tipos de cáncer colorrectal que se detectan a tiempo se pueden tratar solo con operación y radiación.